Trabaja en lo inevitable

Mi experiencia produciendo vino y algunos apuntes sobre el trabajo

Hace unas semanas empecé a producir vino con dos amigos de la infancia. Somos un médico, un biólogo y un consultor financiero; jamás habíamos creado nada juntos y, a priori, nadie tenía la más mínima idea de cómo se hace un vino. 

Sin embargo, desde la primera visita al Penedès, los tres hemos sentido algo especial, una atracción difícil de obtener en otros trabajos. Hasta el punto de que la producción y distribución de una marca de vino propia ya parece algo inevitable, un paso lógico en la etapa adulta de los tres. 

Hoy te cuento por qué lo hemos hecho, cómo hemos encontrado nuestro lugar en la industria y qué creo que puedes aprender de ello. 

Todo empezó cuando Pablo, doctor especializado en neumología, se cansó de hacer lo mismo todos los días. No es fácil colgar la bata cuando llevas una década estudiando para poder ponértela. Así que su primer instinto fue buscar actividades por las tardes: empezó a tocar la batería y a aprender idiomas. También hizo escapadas de fin de semana, senderismo y algún viaje transoceánico. 

Todas estas actividades pasaban por el consumo y el uso del tiempo libre fuera del trabajo, pero no atajaban el problema mayor: Pablo sentía una desconexión con su trabajo. A la vez, hacía tiempo que yo sentía que, como consultor, paso mucho tiempo pegado al teléfono o al ordenador. Demasiado lejos de la hostelería, el sector en el que me formé, y de las conexiones reales con clientes y proveedores. Así que nos propusimos hacer algo distinto: en vez de buscar una actividad para desconectar del mundo, buscamos una labor que nos permitiera conectar con los demás. 

Pablo tomó la delantera y propuso comprar una parcela y cultivar viñas. Eso implicaba entrar a producir vino de manera narrativa, desde la semilla hasta el descorche. Pero, como en cualquier actividad, lo correcto no es situarse por defecto al principio de la cadena de valor: la mejor opción es observar la cadena de valor y elegir dónde encajas mejor. En este caso, nuestro fuerte no era ser agricultores, sino comprar la uva y producir el vino. Ese era nuestro lugar. 

Al entrar en cualquier industria, una de las decisiones más importantes es el lugar que ocupas en la cadena de valor.

Empezamos a visitar a productores de uva ecológica. Compramos los depósitos y decidimos cuántas botellas queríamos producir. Confiamos en una cooperativa para tener acceso a la bodega, la prensa, la embotelladora y los permisos legales para producir una bebida alcohólica. Por el camino, tomamos algunas decisiones estratégicas que nos permitirán sacar el máximo provecho a la añada y cubrir los gastos de la siguiente producción. 

Dentro de poco tendremos en nuestras manos centenares de botellas de vino. Una vez más, esta será la excusa perfecta para conectar con el lugar donde vivimos: crearemos eventos culturales alrededor del vino, resistiremos la tendencia moderna al consumo y producción en soledad con encuentros reales donde todo podrá tocarse, oírse o saborearse. Nos espera un año mágico y, si esta historia ha despertado algún interés en ti, te invito a vivirlo con nosotros. 

Tres apuntes para el verano

En agosto todo se detiene. Estamos en un buen mes para plantearnos, de forma relajada, nuestra estrategia vital a largo plazo. Aquí van algunas reflexiones que he ido apuntando a raíz de mi experiencia produciendo vino: 

  1.  ¿Dónde repercute tu trabajo?

    En los nuevos empleos digitales, es habitual ver cómo el valor de lo que producimos se marcha por un cable de red a miles de kilómetros de distancia. En estos casos, nuestro impacto en el territorio inmediato (nuestra ciudad, por ejemplo) se limita a ser consumidores.

  2. ¿Tienes el control de lo que produces?
    Los empleos corporativos pueden hacernos perder el control de lo que producimos. Muchos trabajadores no entran en contacto con el fruto de su esfuerzo, por lo que no saben para qué sirven sus horas —solo saben que les pagan por ellas—. Si plantas tu propia viña, tendrás uvas. Si rellenas un excel de facturación para una multinacional, solo tendrás un sueldo.

  3. ¿Qué lugar ocupas en tu trabajo?
    Los grandes empleadores compartimentan la labor de sus trabajadores de tal forma que los empleados ocupan solo una pequeña parcela de trabajo y pierden de vista su papel en la cadena de valor. Es habitual ver que una empresa se va a pique cuando la mitad de los trabajadores pensaba que iba viento en popa. Participar en la creación de un producto artesano, como un vino, una kombucha o un collar de perlas, es distinto. Te sitúas en el lugar de la cadena donde más valor puedes sumar y estás en contacto con el resultado final.

Puede que agosto sea el momento perfecto para pensar qué es lo que realmente se nos da bien. Hablo de esas actividades por las que sentimos pasión, a veces incluso obsesión. Quizá sea hornear bollos, quizá impartir clases de costura o embotellar ginger beer. Sea lo que sea, el trabajo debe sentirse como algo inevitable, algo que seguiríamos haciendo incluso el día después de ganar la lotería. 

Todo el mundo necesita ganar dinero para vivir, pero es demasiado habitual ver a personas desempeñar trabajos que no les importan lo más mínimo por dinero. Decidir una carrera por presiones sociales o un trabajo por el sueldo es un billete de ida a la infelicidad. Quien decide su carrera en base a su pasión en lugar del sueldo se expone a más riesgos, pero también a grandes alegrías. 

Al final, la experiencia de producir vino también me ha ayudado a volver a conectar con mi trabajo. Me dedico a convertir las ideas en proyectos reales y a ayudar a las personas a encontrar el lugar donde más pueden aportar. Mis clientes no fundan una empresa a la caza de la gallina de los huevos de oro, lo hacen porque hay un oficio que les apasiona, que está por encima de la razón, por encima incluso de su propia voluntad. Quieren trabajar en lo inevitable, y yo estoy aquí para ayudarles a vivir de ello. 

Gracias por leer. Soy Eduardo Caballero y en 2020 fundé la consultora Better Than Yesterday con el objetivo de ayudar al máximo de gente posible a crecer y a hacer realidad sus proyectos.